HISTORIA
Es conocida como al reina de las frutas tropicales. Los indígenas de la isla de Guadalupe llamaban a esta delicia "nana meant", que significa la fruta exquisita y cuando Colón desembarcó con su tripulación en las Antillas en 1493, se la ofrecieron como señal de bienvenida.

En 1535 llegaron a España las primeras piñas y en 1550 a la India. En este intervalo de tiempo un párroco hugonote francés bautizó a la fruta como "ananaz" que recuerda a la denominación india de "nana". Los portugueses adoptaron este nombre pero los españoles eligieron el de "pina" por su fruto parecido al de los pinos. Tal fue la pasión que floreció por el ananá que entre los ingleses surgieron especialistas dedicados exclusivamente al cultivo en invernaderos. Fue fuente de inspiración para todo tipo de artista y las plantas en macetas se utilizaban como adornos florales en los banquetes. Las hábiles mujeres de las Filipinas extraían de las hojas fibras blancas y sedosas con las cuales fabricaban telas de tal delicadeza que alcanzaron la finura y transparencia de la muselina. En la actualidad el Japón fabrica telas de ananá industrialmente.
 

USO CULINARIO
Puede consumirse directamente como una fruta azucarada siendo muy gustoso cuando es combinado con quesos semiduros o duros.

También pueden ser consumidos bañados con chocolate o integrando los cubos de frutas en budines y pan dulces.

Si se lo hierve combinado con otras frutas del mismo tipo se obtendrán muy sabrosas compotas.

Pequeños trocitos pueden ser adicionados a helados, rellenos de tortas y platos exóticos, acompañando carnes varias mientras se cocinen en cacerolas y que tengan jugo durante la cocción.